Gloria Marlene Díaz Muñoz - Irma Cardona
La política
pública colombiana no reconoce de manera suficiente las características de los
emprendimientos de base digital, entre los cuales Rappi es un ejemplo claro.
Tampoco es consciente del papel que cumplen en aspectos como distribución de la
riqueza.
Como citar este artículo.
Gloria Marlene Díaz Muñoz, Irma Cardona (2020). Colombia descuida los emprendimientos de base digital. Revista EXPERTO. 1er. semestre. 2020. No.9. Ed. Universidad Externado de Colombia. ISSN. 2422-3654.
La
línea de Investigación de Emprendimiento e Historia Empresarial de la Facultad
de Administración de Empresas ha venido analizando las diferentes estrategias
del Estado colombiano para apoyar la creación de empresas. Igualmente, ha
venido articulando esfuerzos con diferentes actores del ecosistema local de
emprendimiento.
Producto
de la investigación y de más de 18 años de apoyo a los emprendedores en la
Facultad, surge el Programa Emprende+, una iniciativa que busca apoyar a los
emprendedores, mediante actividades de formación, acompañamiento, asesoría
especializada y vinculación a redes de emprendedores.
En
el marco de esta experiencia, hemos producido reflexiones profundas sobre la
importancia de los emprendimientos de base tecnológica y el papel del Estado y
las universidades en su desarrollo.
En
Colombia y en países de América Latina no todos los emprendedores logran
generar cambios sustanciales que impacten, además de sus proyectos de vida, la
economía del país y ayuden a la distribución de la riqueza y a la reducción de
las desigualdades.
Ciertamente
la política pública para el desarrollo empresarial ha realizado innumerables
esfuerzos en Colombia y se ha concentrado en promover emprendimientos que
contribuyan a mejorar la calidad de vida de los colombianos, que generen ventas
escalables y mantengan un potencial de crecimiento acelerado. Emprendedores dinámicos e innovadores, que
construyan modelos de negocio en los que los recursos se optimicen de acuerdo
con la nueva era de la economía, que su estructura de base tecnológica sea un computador y logren rápidamente la inclusión en el
mercado internacional.
En
este sentido, el panorama ha venido evolucionando; según el estudio Escalando Emprendimiento, contratado con
la firma consultora The Breakthrugh en 2011, se evidenció que solamente
284 empresas en el país habían logrado ventas superiores a $ 6.000 millones y
márgenes operacionales máximo al 10 por ciento (Vesga, Rodriguez, Schnarch, & García, 2015). Cinco años después, en 2016, el censo de
emprendedores que llevaron a cabo Innpulsa y la Universidad Nacional mostró que
Colombia tiene 2.696 Emprendimientos de Alto Impacto (EAI), denominados a nivel
mundial Startups.
A
pesar de estas evidencias, la política empresarial en Colombia reconoce el
entramado empresarial de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) pero
olvida las de base digital que se convierten en Startups. Así lo muestra
el Decreto 957 de 2019 que modifica el artículo 2 de la Ley 590 del año 2000 y
clasifica las Mipymes como manufactureras, de comercio y de servicio.
Por
su parte, el Ministerio de Trabajo no reconoce, en empresas de base digital, la
diferencia entre ‘generación de empleo’ y ‘generación de ingresos’. La primera
responde a contratación de personal para el desarrollo de su negocio de base
digital; la segunda tiene que ver con proveedores que, con ingresos adicionales,
contribuyen a reducir la desigualdad de la población en Colombia.
Bajo
estas perspectivas, surge la necesidad de resolver a partir de hechos concretos
en Colombia algunos interrogantes: ¿qué empresa tipifica una Startup en Colombia?
¿Una Startup es un Emprendimiento de Alto Impacto o un Emprendimiento
Dinámico Innovador? ¿Una Startup es un Unicornio? Es una clasificación
necesaria para precisar el alcance de las políticas.
Rappi, un emprendimiento constituido en agosto
de 2015 por tres emprendedores colombianos motivados por desarrollar una
plataforma digital que solucionara un problema del mercado es un ejemplo
revelador. En cuatro años, Rappi, ha representado diferentes caracterizaciones
del mundo empresarial.
Es dinámico porque Se caracteriza por
presentar un rápido y sostenido crecimiento en las ventas. En agosto de 2015 Rappi
inicia operaciones en Colombia; en enero de 2016 abre mercado en México y en
octubre del mismo año en Brasil; en abril de 2018 en Argentina, en mayo en Uruguay
y en julio en Chile.
Innovador, porque tiene
patentes de invención asociadas al software y al modelo de negocio. Sus socios crearon
la plataforma tecnológica Grability patentada en Estados Unidos. Su “infraestructura”
digital contiene un algoritmo que soluciona el problema de entrega de productos
de un proveedor ‘virtualizando’ las estanterías de un supermercado que se alimenta
de varias tiendas aisladas.
Rappi
rompe esquemas de modelos de negocio tradicional, al brindar al cliente una
aplicación que permite tomar un sin número de productos a través del celular y agregarlos
fácilmente a la canasta de compra. Una vez el cliente termina el recorrido de
compra virtual, recibe al “Rappitendero”,
un distribuidor que oferta su tiempo disponible a tarifa de mercado, “hace de
centro de acopio” y gestiona el proceso de entrega.
Esta empresa tiene un alto
impacto (EAI), porque
caracteriza un emprendimiento que transforma positivamente el desarrollo del
entorno, financieramente es rentable y mejora las condiciones de vida de la
comunidad. Como plataforma virtual, recibe ofertas de domiciliarios que tienen
tiempo disponible para entregar el servicio y desean mejorar sus ingresos. Ocupa
población que no tiene un empleo formal o permanente, tienen bajos ingresos o
desean mejorarlos. Rappi genera un impacto social que se evidencia en la medida
en que atiende al décimo Objetivo de Desarrollo Sostenible, reducción de las desigualdades.
Rappi
es una empresa tipo Startup con uso intensivo de tecnologías de
la información y comunicación, ha escalado ventas a nivel nacional e
internacional. Durante cinco años ha mantenido un crecimiento que supera el
promedio del sector; ha sido rápido y sostenido desde su creación
Es
un Unicornio, término utilizado en 2013 por Aileen Lee, fundadora de Cowboy
Ventures, un fondo de capital de riesgo basado en Sillicon Valey, en
referencia a compañías de base tecnológica como Rappi (2019) que no han llegado
a cotizar en Bolsa pero que alcanzan un valor superior a los mil millones de dólares.
Las
evidencias son significativas en términos de los resultados que esta clase
emprendimientos están generando al país. Entonces, es indispensable que el
gobierno y la sociedad interpreten que una empresa de base tecnológica trae
consigo una diferencia en el uso de los recursos y que no generan empleo, pero
sí impacto social. ¿Nos quedó grande el efecto de la disrupción con Startups
y Unicornios tecnológicos?
Bibliografía
-
Vesga, R., Rodriguez, M.,
Schnarch, D., & García, O. (2015). Emprendedores en Crecimiento. Bogotá:
Kimpres.
- https://www.crunchbase.com/organization/rappi#section-funding-rounds